La pequeña Virgen de Nazaret ocupa un lugar excepcional en el plan de la salvación divina: su destino único en la historia de la humanidad ha sido anunciado desde el principio y su obra continúa hasta el fin de los tiempos.
María ya aparece asociada a Jesús en las profecías del Antiguo Testamento; en el momento de la "plenitud de los tiempos", su sí permitió la Encarnación de Dios en la carne de los hombres y en Nazaret, como madre, después de haberlo llevado durante nueve meses, María acompañó diariamente los 30 años de la vida oculta y pública de nuestro Redentor en la tierra; también lo acompañó y vivió todos los acontecimientos de la salvación que Jesús aportó al mundo; ella fue enseguida el apoyo de la Iglesia naciente y después de haber sido elevada en cuerpo y alma al Cielo, sigue siendo hoy el apoyo de la Iglesia de Cristo hasta el final de la Historia.
Si "Jesucristo es el centro del universo y de la Historia" (Juan Pablo II Redemptor Hominis 1979, § 1), la Virgen que le da incesantemente al mundo también ha estado siempre en la mente de Dios.
La hermosa tradición oriental de los 10 septenarios de la vida de la Virgen María
Según la tradición oriental, la vida de la Virgen María fue de 70 años, que se puede dividir en 10 septenarios, o incluso en 20 semi-septenarios (3 años y medio: una duración que se encuentra a menudo en la Biblia cf. Ap 11,2 o Ap 13,5: "42 meses" o Ap 11,3 o Ap 12,6: "1.260 días" o Ap 12,14): "un tiempo, dos tiempos y la mitad de uno".
Su nacimiento en el año 19 antes de nuestra era, es el año en que Herodes el Grande decidió reconstruir el Segundo Templo (véase Jn 2,20), una imagen de la construcción del verdadero Templo representado por la Virgen.
La Anunciación y el Nacimiento de Jesús llegan en -5 y -4 después de 2 septenarios de años pasados con Ana y Joaquín, primero hasta la edad de 3 años y medio dice la Tradición, y a continuación en el Templo.
Entre -4 y +30, hay 5 septenarios de años, 2 de los cuales corresponden a la infancia de Jesús, primero en Egipto, luego en Nazaret, hasta su Bar Mitzvah y la recuperación de Jesús en el Templo, enseguida tres septenarios de la vida oculta en Nazaret, con José y sin él después de su muerte, cuya último semi-septenario corresponde a los tres años y medio de la vida pública de Jesús.
Entre el 30 y el 15 ab 51, fecha de la partida de María al Cielo, según una tradición, hay tres septenarios que corresponden al ciclo de Pentecostés, luego a su viaje hacia Éfeso, donde Juan y María permanecen ocultos llevando una vida contemplativa y de profundización del misterio de Dios durante 3 años y medio, debido a la persecución, antes de volver finalmente a Jerusalén donde Maria terminará su vida tras haber transmitido a San Lucas los relatos de la infancia de Jesús y las parábolas de la Misericordia y de la Pasión.