En mayo de 1862, Don Bosco tuvo un sueño profético llamado "el sueño de las dos columnas". Aquí damos un breve relato:
"Vi una gran batalla en el mar: la barca de Pedro, pilotada por el Papa y escoltada por barcis de menor tamaño, debía contrarrestar el asalto de muchos otros que luchaban contra él. Los vientos contrarios y el mar agitado parecían favorecer a los enemigos.
Pero en medio del mar, vi emerger dos columnas muy altas:
en la primera, una gran Hostia, la Eucaristía,
y en la otra (en la parte inferior) una estatua de la Virgen Inmaculada con un letrero: Auxilium christianorum.
La nave del Papa no tenía medios humanos de defensa. Una especie de brisa marina, que provino de estas dos columnas, defendió la nave y reparó todo el daño de inmediato.
La batalla se estaba volviendo cada vez más fuerte; El Papa buscaba moverse entre las dos columnas, en medio de una tormenta de golpes. Mientras que las armas de los atacantes eran en gran parte destruidas; se involucra en una pelea mano a mano. La primera vez, el papa parece gravemente herido, pero luego se levanta; y así una segunda vez... esta vez muere mientras los enemigos se regocijan.
El nuevo papa, elegido inmediatamente después, toma el timón y logra alcanzar las dos columnas, colgando allí con dos cadenas, el barco, que se salva, mientras los barcos enemigos huyen, se destruyen entre sí y se hunden".
Este sueño dejó preocupados a más de 500 jóvenes que se reunieron, como todas las noches, para escuchar a Don Bosco, en mayo de 1862.
Solo a la mañana siguiente les explicó el significado de este sueño.
"Graves persecuciones y tormentos esperan a la Iglesia; solo hay dos formas de salvarla: María, auxiliadora de los cristianos y la Eucaristía".
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Texto proporcionado por la asociación Les Trois Blancheurs.