Camerún fue descubierto en 1500 por los portugueses, pero despertó el interés europeo a finales del siglo XIX, convirtiéndose en un protectorado alemán.
La primera misión, la consagración del país a María
En 1890 llegaron los padres Palotinos quienes comenzaron su misión en Monte Febe, dedicando el país a Nuestra Señora de los Apóstoles. La misión floreció y la práctica del rosario se extendió ampliamente.
La primera guerra mundial y la tenacidad de los catequistas locales
Sin embargo, la primera guerra mundial fue catastrófica: muchas iglesias fueron destruidas y los misioneros alemanes fueron deportados a Inglaterra. Fue un catequista, Matías Effien, con 300 colaboradores, quien mantuvo muchas comunidades que se reunían los domingos para rezar el rosario y cantar la Salve Regina. Una recuperación vigorosa se produjo con la llegada de otros misioneros de varias congregaciones.
María, la madre africana, y la madre del jefe
En África, en general, la madre es amada, ella se somete a trabajos forzados, y sus hijos la recompensan con amor espontáneo y agradecido. En Camerún, la madre de un líder tiene una gran influencia sobre el jefe y tiene el privilegio de ser parte de la sociedad masculina y dirigir la sociedad de mujeres. Ella es llamada la "Mafo" en la tribu Bamiliké. Estos elementos culturales constituyen un antiguo testamento que prepara a los africanos para recibir y amar a María.
Algunos hitos durante el siglo XX
En 1933, la Legión de María se extendió rápidamente, con un florecimiento de las obras de caridad y sociales, y la catequesis en los barrios con gran fervor misionero, todo en honor a María.
En 1954 se organizó una peregrinación de María entre las familias: una estatua de Nuestra Señora de Fátima pasa de una casa a otra y los vecinos llegaban para juntos rezar el rosario. Los frutos espirituales fueron numerosos. Y el primer obispo indígena de Camerún fue nombrado, el obispo Paolo Etoga.
La independencia y la reunificación del país favorecieron el desarrollo de las congregaciones religiosas indígenas.
En la espiritualidad de Nuestra Señora del Rosario, el Ejército Azul ("la Cadena de Oro" y "la Estrella de Oro" para los jóvenes y adolescentes) estimuló la oración y la frecuentación de los sacramentos.
En 1995, fue en Yaundé que Juan Pablo II dio la exhortación apostólica "Ecclesia in Africa".
En Nsimalen, un fenómeno de aparición fue acompañado por el clero local, pendiente de un juicio de reconocimiento.
Santuarios
Es en este contexto que se desarrollaron los santuarios marianos cuyos títulos reflejan a menudo el origen de los primeros misioneros: Nuestra Señora de Pontmain; Nuestra Señora de Sion; Nuestra Señora de Lourdes; Nuestra Señora de Czestochowa.
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Attilio Galli, della Chiesa Madre dei Cinque continente, Ed. Segno, Udine, 1997, p. 635-639