Presentación general
El Monte Athos, es una isla rocosa que desciende abruptamente hacia el mar. Tiene muchos santuarios, por lo que se le llama el "jardín de la Virgen".
Está habitado por monjes desde el siglo VI, quienes en el año 1400 alcanzaron el número de 40,000.
Los monjes cantan el Himno Acatista y hacen procesiones con los iconos que ellos mismos pintan.
Los principales iconos marianos del Monte Athos.
• La Virgen a tres manos es el más conocido, que la tradición atribuye a San Juan Damasceno, hecho en agradecimiento por haberle restituido y curado la mano que un iconoclasta le había cortado.
• El icono Axion Estin ( "él es digno") considerado como el de la santa patrona del Monte Athos.
• En la pequeña capilla del monasterio Vatopädi, donde los monjes hacen sus votos, está pintada la Panagia paramythia: la abogada o la Virgen de la comodidad. [1]
Testimonio
He conocido hombres de diversas religiones y crecí en un entorno ecuménico no solo interesado en los cristianos, sino también en los orientales, los indios y los chinos. Mi formación se da realmente abierta a todos. Estaba buscando un lugar para escuchar a Dios, lejos de los bombardeos culturales de nuestro mundo, y el monte Athos acaparó mis aspiraciones.
Allí, al principio fui sensible a la belleza de la naturaleza, una naturaleza respetada por el hombre, una naturaleza salvaje y virgen. No es por casualidad que el Monte Athos sea llamado el Jardín de la Virgen.
Los valles y montañas, los senderos dan sentido a la vida como camino. La vocación es un viaje de la mente. Es el monte Sinaí. Es un viaje sin ver un camino.
Vivir según la hora del sol. Ser recibido con una hospitalidad acogedora y sagrada…
La leyenda dice que la Virgen estaba de viaje con el apóstol San Juan por el mar Egeo. Una tormenta los hizo aterrizar en el monte Athos. El lugar le agradó tanto a la Virgen María que le pidió a su Hijo que pudiera terminar su vida allí. Por eso se llama el jardín de la Virgen. No se permite a ninguna mujer entrar aquí, excepto a la Virgen María.
Cuando un peregrino viaja por los senderos del Monte Athos, saluda a su vecino con estas palabras: "Que la Virgen esté contigo, te proteja, te salve del peligro". [2]
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[1] Attilio GALLI, Madre della Chiesa nei cinque continente, Edizioni Segno, 1996. p. 139-140
[2] Revista Madre di DIO No. 11 (1976) y No. 5 (1992); Entrevista con el Bizantinólogo Emmanuele Grassi, al cuidado de Stefano Andreatta. (Original en italiano, traducido del francés al español).