En 1916, « el ángel de la paz » les enseñó a los niños videntes las oraciones siguientes:
« Dios mío,
Yo creo,
adoro,
espero
y te amo.
¡Te pido perdón por los que no creen,
no adoran,
no esperan,
no te aman!
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
yo te adoro profundamente
y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios del mundo,
en reparación de los ultrajes con los que El es ofendido.
Y por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pobres pecadores.
Y les pidió a los niños « Ofreced constantemente al Altísimo oraciones y sacrificios. »
El 13 de mayo 1917, la Virgen María aparece y pide:
¡Rezad el rosario todos los días por la paz en el mundo y para que termine la guerra!
Al final del rosario decid:
“Jesús mío, perdónanos nuestros pecado, líbranos del fuego del infierno, conduce al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia”.
El 13 de junio 1917, la Virgen María aparece y dice a Lucía:
"Jesús quiere valerse de ti para hacerme amar y conocer. El desea establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María. A quienes se consagren a ello, yo les prometo la salvación y serán amados por Dios, como flores puestas por mi mano para adornar su trono.”
El 13 de julio 1917, la Virgen dice a Lucía:
"Quiero que continuéis rezando el rosario todos los días en honor de Nuestra Señora del Rosario, para obtener el final de la guerra y la paz en el mundo. »
Y para impedir la guerra:
"Yo vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Corazón Inmaculado y la comunión reparadora de los primeros sábados. »
El segundo secreto comprende esta petición:
"Habéis visto el infierno donde van las almas de los pecadores. Para salvarlos, Dios quiere propagar en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado.”
El tercer secreto comprende esta petición:
« El Ángel señalando la tierra con la mano derecha dijo con voz fuerte: ¡Penitencia! ¡Penitencia! ¡Penitencia! »
Sources : Lucie, Mémoires, Fatima, 1963 ; Lucie, Lucie raconte Fatima, éd. par dom C. Jean-Nesmy, Paris et Montsûrs, 1975 ; Lucie, Memorias II, Fatima, 1996.
Synthèse F. Breynaert