Se dice que Jesús creció en Nazaret pero ¿qué sabemos sobre este lugar? ¿Se habla de Nazaret en el Antiguo Testamento?
Fue aquí donde el Verbo se hizo carne (Jn 1, 14), cuando María dio su respuesta al ángel Gabriel:
"He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra." (Lc 1,38)
De hecho, fue gracias al Evangelio, a través de los pocos documentos que conservan su nombre a pesar del paso del tiempo, que Nazaret se sustrajo al olvido de la época antigua.
No encontramos ninguna alusión sobre esta pequeña aldea en el Antiguo Testamento, que se ocupa poco del devenir de las dinastías reales marginadas por los Macabeos, y de las dinastías de los grandes sacerdotes y las tradiciones que conservaban los Esenios, apenas registradas por la historia antes del descubrimiento de Qumran.
María y José vivían aquí y debieron marcharse para dirigirse a Belén (Lc 2,4). Jesús vive también aquí en el seno de su familia, su infancia y su vida oculta. Además, bajo la apelación de nazareno será conocido tanto por sus discípulos como por sus enemigos.
La ciudad de la Anunciación estuvo olvidada por los cristianos hasta al siglo XVII
Jesús sale de Nazaret hacia el Jordán, donde será bautizado, (Mc 1,9) para comenzar enseguida su ministerio. Vuelve más tarde a su patria para predicar en la sinagoga, pero sus compatriotas no aprecian el hecho que él no muestre sus dones de curación sino que les invita a descubrir a los profetas y a meditar sus mensajes. Ellos también querían precipitarlo a abandonar la colina sobre la que estaba construida la ciudad. (Lc 4,29).
Después de la muerte de Cristo, la ciudad conoce duras pruebas: el saqueo de los romanos durante la revuelta judía del 67, la ocupación persa y luego musulmana, y en 1263 su destrucción por los sarracenos bajo las órdenes del sultán Baibar.
El arribo de los Franciscanos a Nazaret en 1260 le permitió a la ciudad recuperar gradualmente su rostro de lugar importante del cristianismo. Queda, sin embargo, muy poca cosa que demuestre que esta es la aldea donde vivió el Señor.
Pero como lo muestra el magnífico número de la revista "El Mundo de la Biblia" consagrada a Nazaret; las excavaciones han permitido encontrar vestigios de la ciudad evangélica y de los santuarios sucesivos edificados sobre la casa donde María recibió el mensaje del Arcángel Gabriel.